Párate y Escucha

Dejarse llevar o Emprender nuevos caminos. Pasar de la tranquilidad que da avanzar por senderos ya explorados o descubrir la incertidumbre y el trabajo que supone abrirse paso en algo que nunca antes habías tocado. Conformarte con pensar que la Vida es algo tan pequeño como «lo que te ha tocado» o darte permiso para Vivirla como una Oportunidad infinita. Caer rendida ante los tópicos típicos o levantarte ilusionada ante atípicas formas de Experimentar la Vida. Creer que lo sabes todo o dejarte mecer por lo mucho que te queda por Aprender. Escribirlo o dejarlo en el tintero. Darle la mano al Amor o ser esclavo del miedo. Conformismo o valentía. Supervivencia o Vida.

Hace un tiempo leí una frase que me encantó, dice así: “aunque la mayoría de personas no va hacia ninguna parte, es un milagro encontrarse con una que reconozca estar perdida”. En estas palabras de Ortega y Gasset se refleja muy bien la “inercia” que vivimos hoy en día. Da la sensación de que pararte para tomar conciencia del lugar que ocupas en tu Vida sea algo tan inusual como alocado. Parece que la velocidad a la que nos movemos, las cosas que hacemos y la infinidad de ellas que nos quedan por hacer pesen tanto como para dejarnos sordos ante nosotros mismos. Eso sí, con los oídos bien abiertos a lo que los demás tengan que decir.

Párate y Escucha lo que tengas que decirTe. Parece sencillo cuando lo lees, pero nos parece un mundo a la hora de ponerlo en práctica ¿Y eso cómo se hace? Es la pregunta habitual. Parándote y Escuchando suele ser la respuesta. Sí, ya, pero ¿cómo? Y es que creemos que hay que entenderlo para Experimentarlo cuando no es así como funciona.

Es la propia Vida la que te demuestra que no necesitas entender nada para Vivirla. No existe un ¿cómo? universal, cada uno experimenta el suyo y crea sus propios caminos. No existe la posibilidad de caminar por el de alguien que no seas tú. No hay reglas. Tampoco existe la competencia. Cada uno ocupa su lugar. No tienes por qué correr y puedes hacerlo si eso es lo que quieres. No importa cómo lo hagas. Es tan solo cuestión de calzarse y ponerse en marcha, pero, para hacerlo, antes debes conocer el lugar desde el que partes. Será cuestión de ubicarse.

Si quieres saber el lugar que ocupas en tu Vida, párate en Ella y Escucha lo que te digas. Al hacerlo accederás al más fiable de los guías, el que te situará con la precisión perfecta para que tomes referencia y adquieras la perspectiva necesaria para Descubrir cuanto de ti hay en tu propia Vida. EscucharTe te colocará en la casilla de salida.

Cuando lo hagas, si es que quieres hacerlo, descubrirás que no todo lo que te cuentas es bonito o fácil de Escuchar. A todos nos cuesta darnos cuenta de que hay direcciones que cambiar en el GPS de nuestra Vida. Cambiar da miedo, un miedo que nos pone en la disyuntiva de conformarnos con el camino por el que vamos -aunque no nos guste- o “arriesgarnos” y cambiar nuestra forma de movernos por la Vida.

Tengo la sensación de haber Vivido muchos momentos de esos. De hecho, los sigo Viviendo. Momentos en los que me toca elegir entre opciones que a veces me parecen infinitas, pero que podría acotar a dos: sucumbir ante el miedo o hacerlo ante el Amor. El miedo es lo que pienso. El Amor es lo que Soy. De mí depende la elección.

Ahora mismo estoy eligiendo, lo hago siempre, incluso cuando no soy consciente de que lo estoy haciendo. Mis enfados y mis gruñidos son siempre elegidos al igual que lo son mis momentos de serenidad y calma. Siempre puedo elegir entre cultivar el Amor o darle alas al miedo.

Durante mi enfermedad descubrí que era posible eso. Experimenté la más templada de las calmas mientras atravesaba el más profundo de los miedos. Descubrí el Amor cagándome de miedo, tal cual. Enfrentarme a la muerte me enseñó a Amar mi Vida, a quitarme de los ojos vendas teñidas de importancia ante lo que sucedía para abrirlos ante lo más urgente: mi Vida.

Párate y Escucha. Esa es la propuesta a la que yo también estoy invitada.

No trates de callar lo que te da miedo Escuchar. Todas las partes de ti necesitan ser oídas, incluso las que llevan calladas toda la Vida. Esas son las que más gritan para que les prestes atención. Hazlo. Es muy difícil gobernar a alguien que reclama, no te conviertas en tu propio tirano. Párate y Escucha.

Cualquier lugar y cualquier momento en el que te encuentres es el perfecto para hacerlo. Es una perogrullada lo que te voy a decir, pero es que se nos suele pasar por alto que la única posibilidad que tenemos para hacer algo se da Ahora, en este momento. El futuro no existe, no es real; cualquier momento que esté por llegar lo hará tomando forma de Presente y dejará de lado su proximidad para convertirse en este instante, justo este, este en el que estás. Por lo tanto, párate y Escucha siempre que sientas la necesidad de hacerlo.

Me apetece terminar la entrada de hoy adaptando una célebre frase de T.S. Eliot…

«Nunca dejaremos de Escucharnos, y el final de todas nuestras Escuchas será al llegar al lugar donde empezamos y permitirnos descubrirlo por primera vez»

Con estas palabras me despido hasta el próximo septiembre. Gracias por acompañarme en este viaje. Feliz Vida!!!

PÁRATE Y ESCUCHA

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