Celebremos que es Jueves

Celebremos que es Jueves

Celebremos que es Jueves.

¿Por?, ¿cuál es el motivo?

Que es Jueves, día 17.

¿Y…?

Que es mi primer 17 de mayo del 2018 y quiero celebrarlo. Encima cae en Jueves.

Joder con el Jueves, ¿qué tiene de especial que sea Jueves?

Podría decirte muchas cosas sobre la importancia de los ratos que caen en Jueves.

A ver, lanza…

Tal Jueves como hoy de hace 836 semanas fui madre por primera vez. De la segunda hace 728, 5096 días. Mis dos hijos nacieron en Jueves.

Uuuy qué bien… ¿te doy la enhorabuena?

Espera, que tengo más motivos para que me gusten los jueves: yo también nací un Jueves, ¿qué te parece? La primera vez no, la primera fue lunes, pero la segunda vez fue jueves.

Por esa regla de tres, celebra también los lunes.

Claro, y los martes. Todos los días ocurren cosas súper interesantes.

Uy, síiiii, mucho!!! Súper, pero súper interesantes. Hoy por ejemplo, tú llevas un día apasionante. Levantarse temprano, ponerse al día de mil cosas pendientes mientras cocinas, limpias y pones lavadoras es… uufff, pues no sé qué decir… ¿¿¿apasionante???

¡Eso es!, ¡qué alegría! Pensaba que no me entendías, pero después de que me digas eso, sé que sí lo haces.

Déjalo, bonita, creo que no vamos a entendernos.

Vale.

¿Vale?, ¿vale y ya está?, ¿ves que no te entiendo y te quedas tan tranquila?

Siento que te moleste, pero es que no sé qué quieres que te diga. Si me preguntas algo en concreto quizá pueda contestarte.

Quiero que me digas por qué cojones quieres celebrar un día de rutina y acelere.

Ya te lo he dicho, hoy es Jueves día 17.

Y vuelta la  burra al trigo. Me pones de los nervios.

¿Por qué?

Porque me lo argumentas con motivos inconsistentes, te vale cualquier cosa para celebrar un simple jueves.

Estás equivocada, me vale lo que tengo, y lo que tengo no es cualquier cosa. ¿No te has dado cuenta de que hace un rato me he lavado yo sola los dientes?

Ale, venga, ahora se pone contenta porque se lava los dientes solita… patí la perra gorda.

Pues recuerdo que un día tú también te pusiste muy contenta cuando lo hice, ¿por qué hoy no lo haces?

¿Yo?, ¿estás segura?. No me acuerdo de eso, ¿cuándo pasó?

En el 2014, era octubre. Llevabas dos días fuera de la UCI. El Dr. Bendala subió a verte, te quitó la venda de la cabeza y te dijo: puedes levantarte, date una ducha si quieres. Y tú aprovechaste y también te lavaste los dientes. Lloraste cuando viste que podías, que tu cuerpo funcionaba bien. Mirabas la herida a la vez que  te mantenías en un equilibrio inestable y no parabas de darle Gracias a la Vida. Fue bonito sentirte mientras sentías. ¿De verdad no lo recuerdas?

Ahora sí.

¿Quieres que lo celebremos?

Eres la hostia.

¿Eso quiere decir que ya lo estás celebrando aunque sea a tu manera?

No sé, puede. Es muy intenso recordar esos momentos.

Sí, lo es. ¿Quieres que te deje sola?

No, por favor. A veces se me olvida…

¿El qué? ¿lo de lavarte los dientes?, ¿no sabes que son tres veces al día?

Jajajajaja, no, eso no. Se me olvida mirar el hecho de lavarme los dientes Viéndolo como tú lo Ves.

No te confundas, cariño. La posibilidad de Verlo está siempre ahí, pero solo se te muestra cuando tú le das permiso.

Creo que voy a llorar.

Pues llora. También lo hiciste aquel día. Era lunes.

Joder con los días…

Ya, son maravillosos, ¿verdad? Tú llevas por aquí 14.976. No he descontado del marcador todos esos en los que me decías que no querías Vivir porque nunca te creí, lo siento.

Pues yo sí que me lo creí. Mucho. Y las pasé putas.

Lo sé, ¡si quieres también celebramos eso!

¿El qué?, ¿que intentase suicidarme?, ¿eso también lo celebras?

Eso también (si quieres), pero tiro más a celebrar que no lo consiguieses ¿Te animas?, ¡porfi!

Estás como las maracas de machín.

Eso también podemos celebrarlo, si quieres te presto las mías. A cambio te pido que rompas cada una de tus cadenas y te dejes Sentir.

Eso suena raro ¿No es mejor que volvamos a lo de la felicidad de lavarse los dientes? Me parece más fácil ser feliz recordando esos momentos…

Vale.

Pues venga…

¿Venga qué?

Que vuelvas a hacer que sienta eso tan bonito que he sentido recordando todo el rollo ese de la UCI, los dientes y no sé qué.

Lo siento, no puedo.

¿Que no puedes?, ¡claro que puedes! Hace un momento lo has hecho, has convertido una gilipollez tan grande como lavarme los dientes en un súper evento digno de celebrar.

Eso lo has hecho tú.

Bueno, vale. Joder, me pones de los nervios. ¿Y cómo se supone que tengo que hacerlo?

No tengo ni idea. ¿Cómo lo has hecho antes?

Pues no sé.

Quizás ahí esté la respuesta. En no saber, en dejarse no saber. En rendirse a Ser lo que Eres y a sentir lo que sientes.

Me estás liando. Para que me entiendas, lo que me pasa es que tengo dos formas de Ser, la que ve lo bueno y la que no lo ve.

Puede que lo que te ocurra sea que confundas los verbos Ser y estar. Una cosa es lo que Eres y otra es tu forma de estar, de habitar y de relacionarte contigo misma y con los demás. Tú lo llamas “mi forma de ser” pero realmente te refieres a “tu forma de estar”. El Ser no es algo tan pequeño como una forma, las tiene todas.

Vale, ¿y qué hago entonces?

Si quieres lo celebramos…

¿El qué?

Que te has dado cuenta.

¿De qué?

De que te has liado y no tienes ni idea.

¡Venga ya! ¿voy a celebrar algo que me desconcierta?

En el desconcierto reina la melodía más completa que habita en ti, la del caos. Ahí es donde todos tus acordes se dan y se mezclan. Las notas del piano más sutil bailan entre baterías inexorables a los latidos del odio rugido, del quiebro o de cualquier otro sentimiento. El caos es la herramienta para Aprender a bailar con soltura el desconcierto en el que estás. ¿Puedes Verlo?

Dicho así parece sencillo.

Lo es.

Bueno, no sé, no tanto, porque, si lo pienso, que sea tan sencillo hace que me resulte difícil convencerme de que ser feliz dependa solo de eso, de Ser lo que ya Eres.

Siempre tienes la opción de dejar de pensarlo y simplemente Serlo.

Sí, claro, qué fácil: «Sé feliz», y lo Soy.

Piénsalo entonces, pero hazlo al revés, dejándote pensar. No pienses de fuera hacia dentro, ve de dentro hacia fuera. Sitúate en el Centro de ti, en lo que Eres, y recorre la forma en la que estás, en la que habitas y te relacionas. Baila tus melodías en lugar de lucharlas. Hoy es Jueves, recuerda. Es la primera vez que te relacionas contigo en esta fecha. Cambia el esfuerzo de analizar cada ruido con el que te topes por la ilusión de tener delante un Nuevo Día en el que AprenderTe y Confía, ConfíaTe siempre, cada una de tus notas tiene Sentido.

Uuffff, me ratifico. Lo veo chungo, es difícil.

¿Sí?

Sí.

¿Estás segura?, ¿totalmente segura de lo que dices?

Mmmmm, sí. Bueno… creo que sí.

Vamos a hacer algo, te voy a contar lo que he hecho hoy y tú me dices si te has dado cuenta de las oportunidades de ser feliz que se me han puesto delante (aparte de las que ya te he contado) ¿te apetece?

Venga.

Una alarma me ha despertado temprano, media vuelta y abrazo. La cosa empezaba bien. Poco después llegaba la ronda de besos y buenos deseos para el Día de dos personitas, que justamente hoy, celebran 836 y 728 semanas de Vida. Eran mis hijos. Me he sentido profundamente Agradecida. Después desayuno rico, preparado con mucho mimo y compartido entre sonrisas de complicidad creativa. Casi ná…

Un poco después ha llegado el «momento cocina» ¡Tantatachán! Sé que a ti no te entusiasmaba la idea, pero tocaba hacerlo, cocinar para alimentar a personas que me hacen vibrar y que tienen mil maneras de alimentar también mi Vida. Un pisto queda mejor cuando a la falta de tiempo le pones mucho amor, y la pasta con una salsita algo mimada a la que precede un gazpachito casero, pues yo qué sé, parece que no, pero sabe distinto. Es bonito cocinar pensando así. De postre fresas. He disfrutado mientras las dejaba listas para comer. ¿Sabías que he usado las mismas manos que uso cuando me lavo los dientes? 

Puede que ahora quieras decirme que, entre medias de todo esto que dicho así parece hasta bonito, me ha tocado también responder mails, estudiar, avanzar en charcos convertidos en océanos y entreverar algo más mi lado maruja. Pues tienes razón. Pero se te olvida que todo eso lo he hecho aquí, en Mi Casa, en uno de los lugares que la Vida me ha entregado para poder compartir. La he limpiado, recogido y mimado, porque ¿sabes? los espacios también se miman y no por lo que son, sino por quienes lo habitan. Y también me ha dado tiempo a regar las flores de mis ventanas. Gema, ¿has visto sus colores?, ¿te has fijado en la maravilla que tienes delante mientras escribes? Yo sí lo he hecho, y por eso hace un rato te invité a que cambiases el enfoque de lo que ibas a escribir y me permitieses salir a mí por aquí, así, de esta manera, en una conversación entre viejas colegas.

Gracias por hacerlo, me gusta mucho sentir la intensidad y sencillez de lo que ahora mismo sientes. Me recuerda a aquel día en el que, juntas, nos lavamos los dientes. No te líes, Gema, el día del que te hablo ha sido hoy, este Jueves. La única diferencia entre aquel día en el que te quitaron la venda y este en el que estás es que hoy tú no has estado Presente. Tenías mucho por hacer, por eso te alejaste. Pero tranquila, durante todos tus quehaceres yo he estado lanzándote invitaciones para que volvieses a situarte en la importancia de lo importante: siete han sido los te quiero que en este ratito del día has leído o escuchado, veinte los segundos que has visto sonreír a Maritere, dos las tarjetas escritas con Amor felicitándote por cumplir algo más que años, y creo que son seis las flores de azahar que ya desprenden el olor que tanto te gusta desde el naranjo

¿Necesitas más motivos para celebrar este Jueves? Podría dártelos…

Dale.

Está bien, ya le he hecho hueco a lo de hace un rato, así que ahora pondré la Atención sobre lo que creo que este Jueves tiene aún por entregarme…

Hoy vuelvo al Hospital de San Rafael, ¿te acuerdas de él, verdad? Es el sitio donde hace 189 semanas consiguieron alargarte la Vida. ¿Te he dicho que aquel día también cayó en Jueves?

Síiiiii, me lo has dicho.

Ah. Vale. Pues hoy, que también es Jueves, vuelvo a ir, pero por un motivo bien distinto. Gracias a mi preciosa Marta, hoy toca devolverles una pequeña parte del Amor, del respeto y de la entrega que recibí de ellos. Es tan bonito volver a ese lugar y dejarse Sentir… Me parece un Regalo, ¿a ti no te lo parece?

Pues sí, la verdad, y mucho. Gracias a ellos y a su excelente labor hoy estoy aquí. La Vida es potente y tiene infinitas formas de expresión.

Eso es, Gema… vuelves a VerTe. ¿Quieres que te cuente algo más de lo mucho que tenemos para celebrar hoy?

Dale.

Hoy toca concierto. Rozalén nada más y nada menos ¿Recuerdas cuántas veces nos hemos lavado tú y yo los dientes bailando eso de que “el mundo está lleno de mujeres y hombres buenos”?

Realmente eres la hostia.

¿¡Lo celebramos!?

Celebremos…

2 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Maribel dice:

    Gracias Gemita, un abrazo grandote

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  2. Miriam Ortiz de Zárate dice:

    Feliz jueves, Gema!

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