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Ahora Sé que he venido a jugar.

Nada de esto es tan serio como siempre lo vi.

 

Ahora Sé de mis mentiras.

De las preguntas con las que nunca acierto

y del miedo a que sus respuestas puedan Saberme a Verdad Verdadera.

 

Ahora Sé que, imaginar la respuesta a la pregunta nunca pronunciada,

puede encogerme los huevos, el Corazón y el Alma.

 

También Sé lo que conlleva quererte creer una respuesta imaginada.

 

Ahora Sé que hay veces en las que elijo no saberMe.

Veces en las que dejo crecer sin pudor alguno al más cruento de mis miedos

y me creo incapaz de digerir las palabras,

que por no dichas,

queman al fuego.

 

Ahora Sé que, de lo que quiero saber, no sé nada.

Y de lo que no necesito saber, creo saberlo casi todo.

Inocencia dirán algunos.

Inconsciencia algunos otros.

Y yo, que no tengo ni idea,

Prefiero quedarme callada.

 

 

Ya no me importa.

Que hierva lo que tenga que hervir.

Que sea lo que tenga que Ser.

Que se desCubra lo que siempre Es.

 

Ahora Sé que me gusta la poesía.

Se ha convertido en una forma preciosa de acariciar la parte menos táctil de la Vida. 

De una manera u otra, ella siempre estuvo presente en mis textos.

Siempre quise Ver a mi Alma

volar en poesía.

 

Ahora Sé que tengo acceso a la poesía no reglada.

Me permito jugar con ella

y rimar con sus verdades

cualquiera de mis falacias.

 

Muchas de las mentiras que aún no me conozco me resultan bonitas.

Algunas de ellas incluso saben a dulce.

Sin embargo, mis mentiras son lo que son,

miedos montados sobre el andamiaje del huir.

Con ellas huyo de lo que sea. También de mí.

 

Eso sí,

cuando quiero desmontarlas y que toquen tierra,

lo único que tengo que hacer es acariciarlas con la Verdad que no las niega.

 

Porque ¿sabes? esa Verdad es el Amor.

Y el Amor no rechaza.

Tan solo Acepta.

Lo Aprendí hace 193 semanas.

 

 

Ahora Sé lo que es darse Permiso

y oler,

por primera vez,

los aromas de la Vida que siempre tuve delante.

 

Ahora Sé que puede esnifarse cualquier aire,

sobre todo el que emana de un cruce de miradas, de besos o de Almas.

 

Ahora Sé que soy tan pava como para creerme que es nuevo lo que siempre ha estado conmigo.

 

Ahora Sé que cualquier nudo que yo haga buscará atarme a lo que más temo perder,

y que la mejor forma de Aprender a Perder es PerderMe en mí.

Hacia dentro es salida.

 

Ahora Sé del amor que busca que le quieran.

Del amor que sufre por creer necesitar la respuesta

a por qué no van de la mano

querer y que te quieran.

 

Ahora Sé que existen los amores de mentira.

Las palabras que nunca fueron Verdad.

Las que nunca lo intentaron.

Y las que, por miedo a Aprender a Amar,

se ahogaron en aguas turbulentas

de te quieros mal llamados.

 

Ahora Sé que hay Experiencias que no puedo comprender,

así que voy a dejar de intentarlo.

Me rindo, que me comprendan Ellas.

Tan solo voy a disfrutar de la Luz que reflejan.

 

Y es que creo que son Ellas las que Saben de mí.

De ahí que sepan colocarse: justo delante.

Delante de mis miedos a AprenderMe,

de mi terror a cruzar fronteras.

 

Se colocan a mi vera,

a izquierda y a derecha

y me dan la mano, tan fuerte,

que no necesito entenderlas.