Nuevos pasos

Si tuviese que esperar a sentirme preparada para hacer lo que hago, nunca lo haría.

Hoy esta idea ha estado muy presente en mí y Gracias a ella regreso al blog. Llevo mucho tiempo queriendo publicar algo pero WordPress ha cambiado sus tripas y me daba miedo no saber hacerlo. Después de un tiempo en barbecho, creía necesitar hacerme un curso «WordPressiano» para reciclarme, pero hoy me he dado cuenta de que no tengo ni las ganas ni el tiempo necesarios, así que he pasado de mis pamplinas perfeccionistas y me he puesto a escribir. Maravillas que ocurren cuando reflexionas y te das cuenta de que te estás perdiendo algo que en el fondo echas de menos. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Desde la última vez que publiqué me han pasado un huevo y medio de cosas. Algunas buenas, otras requetebuenas, y otras que mejor no olvidar y así recordar lo que me han enseñado. Lo bueno es que tanto unas como otras me han ayudado a ver y a entender que mucho de lo que creía saber ya no es tan cierto como pensaba y que querer entenderme y entender (todo) es cosa de locos. Lo sigo queriendo, eso que quede claro, pero soy consciente de que no lo necesito y a ratos esto me sirve para rendirme «al no saber y al no llegar» y dejar de intentarlo.

Nunca me he sentido lista al 100% antes de dar un paso grande en mi Vida y también me pasa muchas veces con los pequeños. Cuando voy a hacer algo que me importa siempre encuentro cosas que debería mejorar para tener mayor capacidad, conocimiento, o para hacer un reajuste en las estructuras. Voy a la búsqueda de un plus, un toque, un matiz, un algo que lo perfeccione… a la Mierda. Pero es un «a la Mierda» con Amor porque lo que realmente estoy mandando a la Mierda es a mi necesidad de ser perfecta y no a mí. Desde hace un tiempo elijo ser Amable conmigo, relajarme, respetar mis tiempos y mis procesos, y abrirme a la experiencia de hacer las cosas que nacen de mi Coherencia interior aunque muchos no las entiendan y mis quehaceres disten años luz de la perfección que mis inseguridades pretenden.

Y es que en el fondo, si lo pienso, lo de lanzarte al mundo sin saber cómo se hace eso de «Vivir lo que te toque», se lleva practicando toda la Vida de Dios.

Yo me casé con 21 años y a los 24 ya era madre. No veas la de pluses y matices que necesitaría para hacerlo mejor de lo que lo hago con mi marido y con mis hijos. Un mundo oiga. Y con el resto de mi Familia pues igual. No llego a lo que me gustaría. Tampoco soy perfecta con mis Amigos. Siempre hay algo que podría mejorar con y para ellos. A veces lo intento, y no llego, y otras ni me entero de que podría estar donde obviamente no estoy y alguien me echa de menos. Otro buen ejemplo lo experimenté con mi trabajo. Hace 17 años ingresé en el Ejército dos meses después de haber dado a luz a mi segundo hijo. ¿Me sentía preparada? Pues no. ¿Estaba lista? Ni de coña, pero me lancé porque algo me hacía encontrarle el Sentido. Cuando preparaba el macuto para irme una semana de maniobras metía los discos de lactancia junto con las raciones de campaña. Era surrealista y doloroso. Mis compañeros me llamaban «la mamá» y yo me sentía como una mamá orgullosa de serlo pero que no ejercía como tal. Estaba lejísimos de acercarme a lo que consideraba ser una «buena madre» y en muchos momentos me sentí hasta impostora. Un show. Pero lo hice y aquí estoy. Dándome cuenta de mí y escribiendo sobre ello para lanzar una nueva entrada en un mundo repleto de yoes no perfectos.

Llevo siete días instalada en el 2022. Un año en el que ¡hooosstiaaasss! lo que me toca… algo buscado y muy querido por mí pero eso no evita que se me pongan los pelillos de punta ante la mezcla de Sentires. Termino una etapa y comienzo otra. En el fondo como cada día pero esto es un salto gigante. Qué vértigo… y qué delicia…

Sé que mi Vida es una carrera de fondo que siempre parte (de) y tiene la meta en mí. La parte difícil es ser continuamente consciente de ello y despertar el suficiente Coraje Sereno que nace de mí y me ayuda a alinearme con el latido más íntimo y auténtico que puedo percibir.

Mi dificultad radica en Sostenerme en el espacio intermedio donde me doy cuenta de que mucho de lo que tengo dentro me angustia y escuece; ese lugar de intimidad rotunda en el que mi cabecita se caga del miedo y argumenta motivos para salir zumbando de allí y así dejar de pensar y de sentirse presa, mala gente o poca cosa, pero lo Bonico de todo esto es que, a día de hoy, me siento disponible para mí, para abrirme a Sentir mis Mierdas sin remilgos y sin importarme la calidad ni de lo que Siento ni de cómo lo estoy haciendo. Abrirme y se acabó.

Y es esta apertura incondicional la misma que te deseo a ti, a quien está del otro lado de mi piel leyendo un nuevo despelote de imperfecciones varias.

Nos deseo de Corazón que nos atrevamos a Sentir lo que estemos Sintiendo y que digamos Sí a la posibilidad de que la Vida nos cale. No importa que llegue hasta el higadillo. Confiaremos. Feliz chapuzón.

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